Arribe hacia un viejo pensamiento. Quite mis sueños sobre una realidad que aun no logro recordar. Un nombre que ha escapado, pero aun así se deja entrever. Ya no recuerdo, si solo fue un sueño o fue mi mente que decidió olvidar. De todos modos, el recuerdo vino a mi mente, en un estado difuso. Mostrándose como una noche de algarabía, un cuerpo en deseo y un pensamiento sometido a la pasión. Las ideas se oscurecen y se desvanece tu rostro. Tirado en la cama, la mente se altera y un recuerdo viene hacia mí. Un pasado tan olvidado que no puede recordarse. Una mujer y un nombre perdido. Un cuerpo demandando a mi libido un despertar atípico. Un acto sexual que rebota en mi tierra. Un deseo persistente disfrazado de sueño y oculto en una realidad ajena a mis recuerdos. Un calor que me despierta y desconozco cuál es. Me pierdo en el tiempo y me mareo, sin poder adivinarte… el recuerdo se hace un estigma perdido en la niebla. ¡Quiero ver esa realidad! Y la mente se vuelve ajena. El pensamie