Tú, apareciste
en mi vida
cuando había dicho
“la tercera es la vencida”.
Tú, llegaste
en tiempos de decepción
cuando tenía
muerto el corazón.
Tú, arribaste
sin pedir permiso,
y te fuiste, dejando atrás
al sumiso.
Tú, me diste
la mayor compañía
a cambio, te ofrecí
esta alma mía.
Tú, que dueles
el haberte sabido querer.
tú, que sientes
que atrás, no se puede volver.
Yo, que duelo
por no haberte sabido querer
yo, que siento
que el amor comienza a florecer.
No hay atrás,
no hay ayer,
solo un mañana.
Solo,
Tú y yo.
Comentarios