Luche contra ti, toda una vida. Todos mis días y nunca te pude vencer. Eres el karma de mis alegrías, el diluvio de mis agonías. Ya no hay sol que te detenga, ya no hay corriente que rejuvenezca. El tiempo pasa, indeclinablemente; y, aun estas, ahí. Sentada. Junto a mí. No hay flores en primavera, cuando uno no se ha sembrado las semillas a tiempo. Sin ti no hay semilla. Sin ti, no hay primavera.